viernes, 24 de junio de 2011

La Torre Eiffel y el comienzo del verano en el Hemisferio Norte





Para el tercer día en Paris teníamos un largo itinerario así que salimos provistos de una dosis de diclofenac y paracetamol. El primer punto a visitar era la Torre Eiffel a la que aspirábamos subir por las escaleras. Cuando la vimos de cerca, es una estructura colosal, desestimamos la loca idea de subir por las escaleras (solo se puede llegar a la segunda parada, luego si o si ascensor hasta el tope). Entonces encaramos por los ascensores que funcionan, con alguna reforma, desde que la construyó Eiffel en el año 1889 para festejar los 100 años de la revolución francesa e impresionar a los visitantes. La verdad es que aun hoy sigue impresionado y por muchos años fue el edificio más alto del mundo. Sacamos fotos de todos lados, las vistas son impresionantes. Bajamos en parte por el ascensor y la última parte por las escaleras.

Desde ahí caminamos por el Campo de Marte, que son unos jardines muy prolijos que los parisinos y visitantes usan para recreación, pasamos por el Hospital de los Inválidos que tiene una iglesia donde está la tumba de Napoleón. Seguimos nuestra caminata hacia el Barrio Latino, pasando por el Bv Saint Germain-des-Pres que es una zona muy linda y en donde están algunas tiendas caras y cafés por donde han pasado personajes célebres como Oscar Wilde, Pablo Picasso, Ernest Hemingway y algunos más. Pasamos por el Café de la Flor, el Café Deux Margot y otros. Curiosamente la gente se sienta mirando a la calle en las veredas de los cafés como si estuvieran en vidriera.

Seguimos caminando hasta el Barrio Latino en donde originalmente vivían los estudiantes de la Universidad de la Sorbona y ahora es una zona donde hay tienditas y barcitos muy lindos. Pasamos por la iglesia Saint Severín y como Rita entra a todas las iglesias, y además ésta era gratis, decidimos visitarla. Abrimos la puerta de la casa de dios y escuchamos una orquesta tocando, nos sentamos respetuosamente a escucharlos. La orquesta cambió por un coro y después de un rato nos enteramos que eran todos chicos alumnos de una escuela de música de Wyoming. Fue espectacular ya que estuvimos como una hora escuchando música y relajando las piernas.

Como era nuestra última noche en París y no lo habíamos visto de noche (porque cada noche caemos rendidos luego de andar todo el día), fuimos al depto a darnos una ducha y salir a ver la ciudad de noche. Para sorpresa nuestra, el centro estaba lleno de gente, en cada una de las esquinas había un grupo de música tocando ya que el 21 de junio se festeja en París, además de la llegada del verano, el día de la música. Caminamos un rato y decidimos despedirnos de Paris viendo la Torre Eiffel iluminada por lo que nos tomamos un tren y allá fuimos. De día es impresionante, de noche lo es más. Llegamos 11: 50 por lo que faltaban 10 minutos para que comenzara el verano. Justo a las 12 se prendieron miles de flashes que estaban distribuidos por toda la torre y el espectáculo fue impresionante. Al otro día nos esperaba el tren del primer mundo, el Eurostar que cruza de Paris a Londres en 2h 15 min.

1 comentario:

  1. Qué lindo! La torre encendida, y los flashes, y la música en la calle. Hermoso chicos!

    ResponderEliminar