El Coliseo, los romanos y sus columnas

Primer día en Roma a caminar se ha dicho. Rita se levanto como a las 6 y 30 de la mañana por que le dolía la cabeza, se dio un baño, se empastillo y se preparo un café ya que el breakfast es autoservicio. A las 8 ya estábamos listos. El equipo era zapatillas cómodas mochila liviana y mapa, que no sirve, pero es el único que hay en Roma ya que todo el mundo se lo ve parado en las esquinas, tratando de entenderlo y de averiguar el nombre de la calle, obviamente las puteadas son en castellano, chino, tailandes, hindu alemán y demas idiomas.

Arrancamos para el coliseo que según el mapa estaba a pocas cuadras. La noche anterior Rita había visto a unas pocas cuadras un edificio iluminado en el medio de la calle y juro que era el colosso romano. Rumbeamos en esa dirección y efectivamente era para el lado opuesto. Después de caminar unas cuadras en la dirección correcta apareció. La verdad es que nos quedamos con la boca abierta es increible. Pagamos la entrada y lo recorrimos enterito. Siempre ayudados por la guia que trajo Rita como para entender que estabamos viendo. De ahi al Foro romano y de ahí a no se que mas por que no te alcanzan los ojos para mirar todo lo que esta desparramado por ese sitio (vean la foto del material de desguace). Pensar que a nosotros nos emociona mostrar una capilla galesa que tiene 150 años y esto tiene casi 2000... Caminamos por el centro de Roma pasamos por el Partenon, la Plaza España, la Plaza del Popolo, la famosa Fontana di Trevi y demás. Todo impresionante... Por otro lado esta lleno de gente, turistas por donde mires pero bastante organizado. Caminamos todo el día así que tipo 6 de la tarde nos volvimos con los piecitos hinchados al hotel a tomar unos mates. Si hubiéramos tenido un fuenton poníamos las patitas en salmuera como para bajar la hinchazón, pero no, matecitos y a la calle nuevamente, Le agarramos la mano al metro y a los colectivos, mas o menos nos ubicamos. Encaramos el metro, con la idea de ir a la Fontana di Trevi de noche por que había mucha gente cuando pasamos por ahí a la tarde. El metro estaba cerrado pero, nos dicen que había un colectivo que hacia el mismo recorrido. Fuimos ayudados por un peruano que nos indico donde tomarlo. Nos bajamos en Barberini y caminamos hasta la fontana, lleno de gente, mas que a la tarde... Sacamos algunas fotos y nos fuimos a cenar por ahí. Obviamente que comimos pasta. A la vuelta nos fuimos caminando hasta la misma parada en la que nos habíamos bajado pero no encontramos donde comprar la tarjeta de colectivo. La mayoría de los colectivos tienen una maquina que pones una moneda te da un ticket y luego lo validas en otra maquina. El que tomamos no tenia maquina expendedora por lo que rápidamente fuimos a preguntarle al chofer como hacíamos, nos pararon dos italianas diciendo que no nos hiciéramos problema que nadie controlaba a esa hora si habías pagado o no el boleto, que fuéramos hasta la parada sin pagar nada. Mirábamos al resto de pasaje y nadie paga un peso del colectivo. El chofer solo maneja y nadie dice nada. En algo nos parecemos a los tanos. El proximo post: Dia de ayuno y recogimiento, visita a la Santa Sede