jueves, 30 de junio de 2011

Barcelona y la entrada a la madre patria: ahora si nos vamos en entender en español





El vuelo de Ryanair salió puntualmente y aterrizó 1h 55 minutos después en el aeropuerto de Reus, a 120 km de Barcelona. En el control de ingreso, los españoles, sí que nos pidieron ver la reserva de hoteles. No teníamos nada impreso así que ofrecimos mostrar la reserva que teníamos en la compu pero el de migraciones dijo: está bien, sigan… también nos preguntaron qué cantidad de días estaríamos en su país y les mostramos el pasaje de salida hacia la Argentina. Control riguroso con todos los Sudamericanos, cosa que no existió ni en el ingreso a Italia, ni Francia y ni siquiera, en Inglaterra. El único lugar en donde nos preguntaron algo fue allí.

Nos tomamos un colectivo desde Reus a Barcelona y de allí un subte al B&B Mireia. Nos atendió su dueña que estaba durmiendo y nos mostró donde preparar el desayuno y demás. EL B&B es su depto en donde alquila una habitación a turistas para paliar un poco la crisis española. Estaba perfecto, una habitación con baño privado y muy bien ubicada, a metros del subte. No fuimos a la casa de mi hermano Walter porque es una mini casa y no queríamos molestar. Cenamos algo y a la cama.

Al día siguiente nos levantamos tarde y nos tomamos el metro hasta la casa de mi hermano que vive cruzando toda Barcelona, en Santa Coloma de Gramenet, pero el metro nuevo te deja a pocos metros de su casa. La nueva línea de metro es impresionante, cruza Barcelona de una punta a la otra y los trenes nuevos no tienen conductor, otra vez las máquinas. Fuimos a la casa de Remedios y José que son los suegros de mi hermano y nos invitaron a almorzar, la pasamos muy bien junto con mi hermano Walter, su esposa Nancy y unos vecinos que se sumaron al almuerzo. Nos quedamos toda la tarde charlando y aprovechamos para descansar. A la tardecita nos dimos una vuelta por la zona de Las Ramblas y cenamos unas empanadas en un bar argentino. A la noche había varios grupos de música tocando en la zona y mucha gente dando vueltas.

A la mañana siguiente fuimos a visitar el Templo de la Sagrada Familia, obra inconclusa del famoso arquitecto catalán Antonio Gaudí. La iglesia se empezó a construir en 1883 y Gaudí murió en un accidente en el año 1926 sin ver terminada su obra magistral, y aunque los trabajos para su finalización nunca pararon, se prevé que el templo, tal cual lo planeó el propio Gaudí, estará finalizado alrededor del año 2050. Recién en el año 2010 se inauguró el interior. El edificio en si tiene un tamaño impresionante! Salimos del subte y ahí estaba, adelante de nuestros ojos, gigante! En la actualidad tiene 8 agujas (torres) que sobrepasan los 100 metros de altura, y cuando esté terminada, La Sagrada Familia tendrá 17 agujas, una de ellas de 180 metros de alto. El templo es el edificio religioso menos convencional que hemos visto, tiene 3 fachadas y por ende, 3 entradas, 2 de ellas terminadas. Se trabaja en la tercera. También visitamos el Museo de Gaudí que se halla en una parte del subsuelo de la iglesia, donde pudimos leer algunas cosas de la vida del mismo y cómo fue y es el proceso de construcción del edificio. Luego subimos a una de las torres, en ascensor, y bajamos por escaleras caracol. Realmente nos maravilló! Muchos de sus diseños están inspirados en las formas de la naturaleza, por eso, el templo en su interior se asemeja a un bosque, y es llamativo el trabajo que tienen las columnas que parecen troncos de árboles. Es difícil de describir con palabras (busquen fotos).

Desde la Sagrada Familia nos fuimos a Park Guel, que es un parque también diseñado por Gaudí por encargo de un rico empresario de apellido Guel en los años 1880, para desarrollar una urbanización (iba a ser una especie de country). La obra quedó inconclusa por falta de presupuesto pero se llegó a construir el cerco perimetral, una plaza con un banco circular revestido de mosaicos, que es el más largo del mundo, una escalera con figuras recubiertas por mosaicos, la casa del portero y otra que servía para guardar los elementos de mantenimiento. También se construyeron los viaductos y solo dos casas, en una de ellas vivió Gaudí hasta su muerte. El lugar es muy lindo y agradable para pasear un rato. Hacía mucho calor así que dimos una vuelta, visitamos la casa museo de Gaudí donde hay muebles diseñados por él para distintas casas que tienen un diseño muy particular, siempre relacionado con la naturaleza. Desde ahí volvimos al hotel ya que habíamos quedado en juntarnos con Walter y Nancy, no nos pudimos comunicar así que quedó para otro día.

El lunes arrancamos tranqui nos fuimos a ver otras obras de Gaudí como la casa Vicens, la casa La Pedrera, la casa Batlo y el Palau Guel (palacio donde vivió el Sr. Guel). Como hacía mucho calor dimos una vuelta por la zona de la ciudad vieja llamada "barrio gótico", por el Mercado "La Boquería" y nos fuimos un rato a la costa a disfrutar de la playa. Nos metimos al agua que estaba muy agradable y nos quedamos al sol un rato, obviamente que con protector solar y precaución. Afilamos el ojo para ver si había alguien "desnudo" pero solo vimos algunas chicas y no tan chicas haciendo "topless". La playa nudista no estaba en ese lugar. A la noche nos fuimos de tapas con Walter y Nancy que son unos expertos en estas cuestiones. La pasamos muy bien.

El último día en Barcelona fue tranquilo, visitamos Plaza España donde hay un nuevo centro comercial construido sobre una plaza de toros. De compras nada, pero llegamos al último piso para sacar unas buenas fotos panorámicas (usando escalera mecánica). Luego subimos caminando a la zona de Montjuic, que es un enorme centro de recreación que tiene Barcelona, con museos, jardín botánico, áreas deportivas, etc. muy lindo! Nos dimos una vuelta por Las Ramblas y luego a buscar las mochilas ya que nos esperaba un viaje en tren de unas 3 horas con destino a Valencia.

Qué podemos decir de Barcelona… es una ciudad que lo tiene todo: edificios históricos y modernos, una hermosísima marina, una playa lindísima, las calles y plazas relucen sin mugre, el subte es el mejor que hemos visto en este viaje (hasta ahora) y las estaciones son impecables, no existen los cables aéreos, muchísimas escaleras mecánicas en la vía pública para ayudar en las subidas a las personas mayores y también, a los turistas cansados como nosotros que las usamos a !todas! Ahora bien, hablar en castellano no escuchamos a muchos, todo el mundo habla en catalán y no se les entiende nada!

martes, 28 de junio de 2011

Londres… Hello Arthur!!!






Llegamos a la estación de trenes de Paris con tiempo para evitar inconvenientes y tomar en tiempo y forma el Eurostar. Fue emocionante porque íbamos a cruzar el Canal de la Mancha por el Eurotunel. Ya habíamos visto la documental de la construcción del túnel por Discovery Channel y estábamos más que preparados para la experiencia. Pasamos por la boletería, sellamos nuestro pasaje y fuimos a hacer migraciones, allí los ingleses nos preguntaron el motivo de nuestro viaje a Londres y que domicilio tendríamos en el Reino Unido de Gran Bretaña. No teníamos alojamiento reservado así que dijimos la verdad: turismo y vamos a buscar un hotel allá, nos sellaron los pasaportes y listo, sin dramas. Se ve que no nos vieron cara de terroristas, traficantes, ni tenistas.

El tren del primer mundo nos dejó con puntualidad inglesa 2 horas y 15 minutos después de haber salido del centro de Paris, en el centro de Londres. El cruce del Canal de la Mancha duró exactamente 20 minutos. Qué maravilla! También hay trenes que cruzan desde el continente a Londres desde Bruselas y otras capitales de Europa del Norte. En línea recta hay aprox. 350 kms entre París y Londres. El tren iba rápido! Al llegar estábamos preparados para pasar la primera prueba, a encontrarnos con Arthur (personaje de los libros con los que yo estudiaba inglés y que él me entendiera cuando le hablara en mi primitivo inglishhhhhhhh).

En oficina de la estación nos ayudaron a buscar alojamiento; la única opción fue un hotel cerca de Victoria Station que es la estación de tren más céntrica, a solo 110 libras por noche con baño compartido, por lo que huimos espantados en busca de algo más razonable. Decidimos tomar el "tube" (subterráneo) así que, para evitar diálogos o más bien, monólogos de los ingleses y quedar pagando nos fuimos a la máquina expendedora de boletos. Boleto simple del subte para ir a zona 1 (centro de Londres) salió la módica suma de 4 libras que multiplicada por 7 era el equivalente de 28 pesos, es decir unas 25 veces más que el subte de Bs As. My good!!. Pensé "acá termina nuestro viaje", con estos precios nos volvemos rápidamente a casa!!! Pero como todavía no hay vuelos a la Patagonia, decidimos darle una segunda oportunidad a la ciudad antes de salir huyendo y arrepentirnos de haber elegido ese destino. Y para colmo… llovía !!! Qué bajón!

Finalmente conseguimos un departamento bien ubicado que salía 80 libras por noche pero podríamos cocinarnos algo. Como teníamos que volver a tomar el subte, hicimos cola en la ventanilla para hablar con un Arthur, que no era un típico inglés sino un negro muy simpático, que nos vendió una travel card que nos permitió viajes ilimitados en los subtes y colectivos por 6,25 libras diarias. Llegamos al departamento y nos atendió una señora que hablaba un inglés medio cruzado y que a las dos palabras nuestras se dio cuenta que éramos latinos, por lo que empezó a hablar español ya que era colombiana. Hugo, el encargado era italiano así que nos entendimos perfectamente. El departamento era un tipo edificio de esos de las películas inglesas con sótano y todo y bastante viejo, muy bien ubicado cerca del edificio de la BBC.

Dejamos las mochilas y nos fuimos a recorrer Londres. Teníamos solo 48 horas en esa gran ciudad y no podíamos perder un minuto. Rita tenía un cronograma intensivo para la tarde/noche, así que arrancamos. Milagrosamente dejó de llover y salió el sol !!! Tomamos el "tube" hasta el Big Ben y luego nos comimos unos sándwichs en la vereda frente al a la Abadía de Westmister donde se casaron los príncipes. Lo nuestro fue menos glamoroso… Nos sacamos la foto clásica con las cabinas del teléfono rojas. También vimos a los famosos colectivos de doble piso, que para Rita era todos colectivos de turismo y estaba sorprendida de la cantidad de excursiones que había en Londres. De ahí pasamos a Trafalgar Square que es la zona de teatros, cines, clubes y restaurantes. Caminamos por las estrechas calles del Barrio Chino y llegamos al centro comercial de Picadilly Circus, conocimos la famosa calle comercial Oxford Street y llegamos caminando al departamento y ahí nos dimos cuenta que estaba bien ubicado.

Como estábamos muertos decidimos ir a un supermercado cercano a comprar la cena y ohhh sorpresa! Por lo menos este super no tenía cajeros humanos, o había uno solo; existen máquinas donde el cliente mismo pasa el código de barras de cada producto que compra, embolsa lo comprado y para pagar, hay que insertar el dinero y la máquina da cambio en billetes y monedas… nos quedamos helados! Nadie te controla nada, solo hay un asistente por si te trabas con algo y obviamente que nos tuvo que ayudar cuando nos quedamos esperando un rato el vuelto y el mismo estaba en una parte de la maquina que no habíamos visto. Todo es cuestión de cultura!

El plan para el día siguiente era conocer la Catedral y la Torre de Londres. Nos tomamos el "tube" y nos perdimos en la red subterránea, ya que las líneas no tienen números ni direcciones. Hay unas 15 líneas y en los carteles indicadores solo aparece "dirección sur, norte, este u oeste" de la línea en la cual nos encontramos, entonces es difícil ubicarse si uno no está canchero. Y en el centro de la trama hay 3 líneas que tienen un servicio circular, que pasan por la misma vía pero luego tienen diferentes direcciones, por supuesto, nosotros tomamos el equivocado. Cuando finalmente pudimos enganchar el tren correcto, llegamos a la Catedral de St.Paul pero no entramos ya que había que pagar una entrada y nuestra religión no nos permite.

Luego cruzamos un puente del Río Támesis y dimos con el Tate Modern Museo, que tenía una exhibición gratis de artistas modernistas, así que entramos y nos encantó porque pudimos ver obras originales de Miró, Kandinsky, Picasso, Dalí, Diego Rivera, Matisse y Monet, entre otras. Más allá de la importancia de cada obra exhibida, es increíble que estén al alcance de todo el mundo. El lugar es impresionante, pasamos un buen momento ahí disfrutando de mirar. La muestra estaba preparada para todo tipo de público, había escuelas con niños pequeños, estudiantes avanzados de arte, gente del lugar, turistas… todos disfrutando de forma ordenada y respetuosa.

Luego seguimos caminando cerquita del río por un boulevard limpísimo, arbolado, impecable. Llegamos hasta el famoso Puente de la Torre, cruzamos el río nuevamente y vimos la Torre de Londres, una especie de fortaleza, en la cual personajes de la historia inglesa, vivieron sus últimos días antes de ser asesinados por la Corona, como lo fue Ana Bolena y otros más. Nos comimos las típicas chips and fish (papas fritas con pescado frito) y seguimos rumbo a Wimbledon, previo análisis de los subtes a tomar. Renegamos un rato con esos trenes que tienen direcciones diferentes pero que pasan por la misma vía hasta que enganchamos el correcto. Ahí se nos presentó otro problema: con nuestra tarjeta del subte podíamos llegar hasta solo dos estaciones antes del lugar donde se juega el torneo así que nos bajamos en la última estación permitida y nos tomamos un micro. En un primer momento pensamos en continuar sabiendo que no estaba permitido pero desistimos pensando que seguro nos enganchaban y terminábamos en la cárcel por una boludez. Con los ingleses no se juega!

Llegamos a Wimbledon con la intención de conocer el lugar y comprar algo para llevarle a mi viejo (fanático del tenis). Imposible entrar, había que hacer una cola de más de una hora para sacar la entrada y solo para dar una vuelta. Buscamos los negocitos de venta callejera o boliches que vendieran algo que dijera Wimbledon pero no encontramos nada… Todo se maneja en un absoluto orden inglés y no hay nada fuera del lugar. La venta callejera no existe así que nos volvimos al centro con la intención de visitar The National Gallery, que habíamos visto el día anterior. Qué hermoso lugar! Las exhibiciones se dividen en salas de pintura europea por siglos. Vimos cuadros de Botticelli (siglo XV); de Leonardo Da Vinci, Miguel Angel, Rafael y Tiziano (siglo XVI); Rubens, Velázquez y Rembrandt (siglo XVII); Goya, Cézanne, Monet y Van Gogh (siglos XVIII al XX). Vimos la famosa pintura de Goya "Sunflowers" (girasoles en un florero) y nos maravilló! La entrada obviamente que es gratuita y la muestra es nuevamente ¡¡¡ impresionate!!!

Como no podíamos dejar de conocer el Palacio de Buckingham y ver si se asomaba por unas de las ventanas la Reina Victoria II, partimos (medios rotos) para el sitio. Es una edificación inmensa pero media sosa, y obviamente, a los únicos que vimos fue a los integrantes de la Guardia Real que hacían "guardia" frente al Palacio, derechitos, sin distraerse ante los flashes de los turistas.

El último día decidimos visitar el museo Británico que tiene la colección de momias egipcias más importante del mundo. Pensábamos que la entrada iba a salir una fortuna pero había que verlo si o si. Fuimos caminando desde el depto, quedaba cerca. No encontramos boletería ya que el museo es gratis! Si, nuevamente un museo increíble y gratis. Se pueden ver colecciones de piezas de los egipcios, romanos, asirios, caldeos, mayas, etc. Estuvimos como 2 horas porque solo vimos las salas egipcias y de México, pero habría que pasarse 3 días para ver todo lo que tiene. Realmente nos encantó lo que vimos, impresionante las momias y los sarcófagos; también visitamos una sala con esculturas egipcias… magníficas!

Visitar Londres era como un tabú. Teníamos curiosidad por ver la city y averiguar cómo vivían sus habitantes y saber porque son tan serios, tan correctos y tan raros. Raros no solo porque conducen sus autos en dirección contraria al resto del mundo, o porque son tan tradicionalistas… y aunque raros o diferentes a la cultura sudamericana, la verdad que nos sorprendieron. Londres es una ciudad cosmopolita, multi-cultural, hay una mezcla racial importante (sudafricanos, hindúes, latinos, musulmanes). Es una ciudad limpísima, sin grafitis, sin carteles pegados por todos lados, sin cables aéreos, con espacios verdes importantes. Realmente nos encantó Londres!

No nos quedaba más tiempo debido a que nuestro avión rumbo a Barcelona salía a las 5 de la tarde y teníamos un tramo en tren hasta uno de los aeropuertos satélites que tiene Londres. Fuimos a buscar las mochilas, y a despedirnos de los encargados del departamento y nos tomamos el tren al aeropuerto de Luton. Nos esperaba Barcelona y el encuentro con mi hermano Walter.


domingo, 26 de junio de 2011

Apuntes parisinos





La calidez de la gente. Cada vez que abríamos el mapa para ver dónde carajo estábamos, alguien paraba, dispuestos a darnos las indicaciones necesarias en francés, español, inglés o mezcla de alguno de esos idiomas.

El metro funciona. Impecablemente, super limpio, vigilado y seguro de noche. No hay pintadas ni carteles pegados fuera de lugar.

La curia recauda de otra forma más novedosa que las que vimos en Italia. Algunas iglesias son pagas y otras no pero en todas hay una maquina que por 2 o 3 Euros te entrega una medallita. Las velas son mas caras que en Italia 5 a 10 euros por prender una de ellas. Y hay muchas que tienen la tienda se souvenirs dentro de la iglesia.

La gente viaja con perro en el subte, tren o transporte público sin que a nadie se le mueva un pelo.

Los parques y jardines son espectaculares, muy cuidados ordenados y limpios. La gente disfruta de esos sitios sin romper, pintar o arrancar nada. Hay sillitas donde sentarse alrededor de los lagos y fuentes.

viernes, 24 de junio de 2011

La Torre Eiffel y el comienzo del verano en el Hemisferio Norte





Para el tercer día en Paris teníamos un largo itinerario así que salimos provistos de una dosis de diclofenac y paracetamol. El primer punto a visitar era la Torre Eiffel a la que aspirábamos subir por las escaleras. Cuando la vimos de cerca, es una estructura colosal, desestimamos la loca idea de subir por las escaleras (solo se puede llegar a la segunda parada, luego si o si ascensor hasta el tope). Entonces encaramos por los ascensores que funcionan, con alguna reforma, desde que la construyó Eiffel en el año 1889 para festejar los 100 años de la revolución francesa e impresionar a los visitantes. La verdad es que aun hoy sigue impresionado y por muchos años fue el edificio más alto del mundo. Sacamos fotos de todos lados, las vistas son impresionantes. Bajamos en parte por el ascensor y la última parte por las escaleras.

Desde ahí caminamos por el Campo de Marte, que son unos jardines muy prolijos que los parisinos y visitantes usan para recreación, pasamos por el Hospital de los Inválidos que tiene una iglesia donde está la tumba de Napoleón. Seguimos nuestra caminata hacia el Barrio Latino, pasando por el Bv Saint Germain-des-Pres que es una zona muy linda y en donde están algunas tiendas caras y cafés por donde han pasado personajes célebres como Oscar Wilde, Pablo Picasso, Ernest Hemingway y algunos más. Pasamos por el Café de la Flor, el Café Deux Margot y otros. Curiosamente la gente se sienta mirando a la calle en las veredas de los cafés como si estuvieran en vidriera.

Seguimos caminando hasta el Barrio Latino en donde originalmente vivían los estudiantes de la Universidad de la Sorbona y ahora es una zona donde hay tienditas y barcitos muy lindos. Pasamos por la iglesia Saint Severín y como Rita entra a todas las iglesias, y además ésta era gratis, decidimos visitarla. Abrimos la puerta de la casa de dios y escuchamos una orquesta tocando, nos sentamos respetuosamente a escucharlos. La orquesta cambió por un coro y después de un rato nos enteramos que eran todos chicos alumnos de una escuela de música de Wyoming. Fue espectacular ya que estuvimos como una hora escuchando música y relajando las piernas.

Como era nuestra última noche en París y no lo habíamos visto de noche (porque cada noche caemos rendidos luego de andar todo el día), fuimos al depto a darnos una ducha y salir a ver la ciudad de noche. Para sorpresa nuestra, el centro estaba lleno de gente, en cada una de las esquinas había un grupo de música tocando ya que el 21 de junio se festeja en París, además de la llegada del verano, el día de la música. Caminamos un rato y decidimos despedirnos de Paris viendo la Torre Eiffel iluminada por lo que nos tomamos un tren y allá fuimos. De día es impresionante, de noche lo es más. Llegamos 11: 50 por lo que faltaban 10 minutos para que comenzara el verano. Justo a las 12 se prendieron miles de flashes que estaban distribuidos por toda la torre y el espectáculo fue impresionante. Al otro día nos esperaba el tren del primer mundo, el Eurostar que cruza de Paris a Londres en 2h 15 min.

La Majestuosa Paris





El tren Eurostar nos depositó en la estación de trenes París-Bercy y luego de tomar el metro, llegamos al departamento que habíamos alquilado por internet. Cerca de la Bastilla, barrio tranquilo. Linda, la dueña del departamento que nos estaba esperando. El mismo estaba ubicado en la planta baja de su casa, y hasta hacia un mes había sido su atelier donde trabajaba haciendo bijou. El lugar era muy lindo y a precio accesible para los precios de Paris. Nos gustó mucho porque estaba decorado con artesanías, tenía patio y todo lo necesario para cocinar, TV, que no usamos, radio y la dueña, amablemente, nos dio la clave de WI FI. Nos dimos una ducha y a caminar.

Nos tomamos el metro al centro, hasta el Hotel de Ville, visitamos el Centro Pompidou y caminamos hasta la Catedral de Notre-Dame donde nos encontramos con una manifestación de los indignados franceses y cientos de policías que vigilaban que no hicieran algún desastre. Vimos las famosas "gárgolas" de la Catedral que coronan una edificación gótica majestuosa. Mientras tanto, en el interior se desarrollaba una ceremonia en la cual cantaban 2 personas (no entendíamos demasiado de que se trataba, pero fue muy impresionante en esa catedral el espectáculo). Luego nos volvimos al departamento porque estábamos muertos. Aprovechando que podíamos cocinar, nos compramos unos hamburguesas de pollo rellenas con queso, tomates lechuga y un vinito y cenamos en el depto.

A la mañana siguiente encaramos con más ganas la caminata parisina. Fuimos hasta la estación Gare du Nord a averiguar por los pasajes del Eurostar (tren del primer mundo) para ir hasta Londres. Como estaba lloviznando decidimos ir al prestigioso y famoso Museo del Louvre. Llegamos al patio principal donde está la pirámide de vidrio y había más cola que para la entrada del Vaticano. Como somos personas cultas y no podíamos dejar de visitar ese museo, nos instalamos civilizadamente en la cola. Debemos haber esperado una media hora hasta que entramos, por la Pirámide, al subsuelo desde donde se ingresa a las distintas salas de la exhibición. Compramos los tickets usando una máquina y adentro, a ver la Gioconda y algunas cosas más.

Entiendo que hay mucha gente que le encanta el arte y además, ha estudiado mucho y tiene muchas ganas de ver el famoso retrato de Miguel Ángel, pero la cantidad de personas que había en la sala donde está el cuadro de la Gioconda, no deja apreciar la obra en sí.Se puede comparar con el número de personas que van en un vagón del subte de la línea B en hora pico. Rita reflexionó alguna vez en un subte diciendo "este sistema está colapsado". El Louvre y en especial la sala donde está la Mona Lisa, estaba igual. No pude comprobar si ella te sigue con la mirada según el lugar donde te pongas por que la marea humana te va llevando. Todo el mundo saca fotos con flash a pesar de estar prohibido y habla por celular, I phone, I Pad, Blackberry y todo dispositivo tecnológico que se les ocurra. Hermosa experiencia…

Desde ahí fuimos a ver las esculturas griegas y romanas, que personalmente me gustaron más que las pinturas (soy medio bestia). El museo del Luvre es espectacular, hay aproximadamente 300 mil obras entre pinturas, esculturas, presentaciones, etc. La verdad es que uno necesitaría más de un mes para poder ver todo con atención, además la cantidad de gente no te deja apreciar nada. Otra vez será, con más tranquilidad.

Después caminamos por los Jardines de las Tullerías, próximos al museo y recorrimos toda la avenida de los Champs Elisses, el puente Alejandro III que cruza el Sena y que es bellísimo, y llegamos al Arco del Triunfo, grandioso! Como no nos daban más las patitas, tomamos un metro para conocer la Basísila de Sacré Coeur que queda en el barrio de Montparnnase. La iglesia se ubica en una zona alta y la vista que hay de París es muy bonita. Milagrosamente entramos al recinto sin que nos cobren. Luego caminamos hasta Moulin Rouge, nos sacamos la foto con el molino de fondo y preguntamos cuanto salía el show (102 euros con 1/2 botella de champagne) así que decidimos dejarlo para otra vez… Esa zona está llena de cabarets y sex shops. Terminamos el día intentando visitar las Galerías Lafayette pero estaban cerrando por lo que nos fuimos a descansar.

domingo, 19 de junio de 2011

El tren cama…






Llegamos con buen margen de tiempo a la estación ya que estábamos a pocas cuadras del hotel. Había unos cuantos trenes en los andenes, lindos tipo trenes de alta velocidad y otros no tan lindos. Esperábamos que nos tocara uno de los brillantes y aerodinámicos. No fue así, pusieron un cartel que estaba demorado 5 min y luego apareció uno verdecito y blanco, tranquilo.

Había mucha gente esperando de todas las nacionalidades, localizamos el vagón asignado (habíamos comprado cuchetas por lo que teníamos un lugar donde dormir si o si)

Subiendo al vagón tuve que hacer de maletero subí la valija de una escocesa que no podía con su carga y la de una señora musulmana para lo cual tuve que hacer mucha fuerza así que imagínense el tamaño y el peso de su bolso/valija. Arrancamos por el pasillo atrás de la escocesa y la musulmana lo cual fue una odisea ya que la musulmana no podía caminar por el pasillo con su bolso/valija gigante. Pensaba "que no me toque en la misma cabina" pero las leyes de Murphy siempre se cumplen. La musulmana (Amira) tenían la cucheta 34 y nosotros teníamos la 35 y 36. En la misma cabina nos esperaban una señora nigeriana con sus dos niños (3 años y 4 meses) y un señor de Bangladesh. Acomodamos las mochilas y bolsos incluso el de Amira, Rita se subió a la cucheta más alta yo me fui a lavar los dientes y a tratar de dormir…

La cabina tiene medidas mínimas es decir es mas onda campo de concentración que un cómodo coche cama. Cerramos la puerta y se empezó a caldear la cosa. Éramos 7 respirando en el mismo lugarcito así que el aire comenzó a faltar rápidamente, de todas formas nos dormimos. Unas 4 horas hasta que el tren se detuvo y apagaron el aire, ahí casi nos morimos. Se detuvo unas dos veces más y según Rita había mecánicos arreglando algo, yo ni me enteré. Seguimos así hasta las 7 y pico en que se detuvo una vez mas y nos levantamos. Tomamos un desayuno en el coche comedor y volvimos a intentar sentarnos. Acomodé la cucheta a la posición asiento y nos sentamos a charlar con Amira que es docente de marketing en una universidad de Sudan y vino a unas conferencias en Italia y Francia. Mientras charlo con Amira, Rita escribe, la señora nigeriana duerme con su bebe, el señor de Bangladesh está parado en el pasillo porque no tiene donde sentarse y nosotros escribimos este post. Nos enteramos que llegaremos dos horas tarde a Paris. En fin, otro hermoso viaje en otro tren del primer mundo…

Florencia, la bella





Llegamos a Florencia después de un viaje de tren de casi 3 horas desde Venecia. Nos tocaron de vecinos una pareja joven de chinos, con los cuales charlamos en el transcurso del trayecto, super buena onda. Cuando llegamos a la estación se nos pegaron dos venezolanas (mayorcitas) que portaban 2 valijas gigantes, las ayudamos con las escaleras, a subir al tren y luego desaparecimos por las dudas de convertirnos en los maleteros particulares. La mayoría de la gente anda con mochilas como nosotros o valijas pequeñas, pero hay algunos que no pueden ni con sus valijas. No hay rampas en las estaciones, solo escaleras y si la valija es muy pesada, es dificilísima subirla al tren o arrastrarla escaleras arriba y abajo.

En Florencia no teníamos reserva de hotel, entonces salimos de la estación de tren directo a buscar un hotelcito para pasar una noche y por suerte, encontramos uno bien lindo, rápidamente. Muy cómodo, limpio, buen desayuno, creo que el mejor hasta el momento y no tan caro. Dejamos nuestras mochilas y salimos a descubrir la ciudad. Florencia tiene esas callejuelas hermosas y desiguales, varias placitas donde prosperan las ferias, los edificios son cuadrados y bajos (3/4 pisos), con ventanas importantes, uno no puede dejar de mirar para arriba…las construcciones de esta ciudad son lindísimas!

Cuna del Renacimiento, los monumentos y obras de arte en Florencia se encuentran muy cerca haciendo posible conocerlos y admirarlos en poco tiempo. Fuimos al Duomo, la magnífica catedral de la ciudad, impresionante! Su construcción demoró 200 años y es la cuarta iglesia más grande del mundo. Tiene una cúpula majestuosa! Alrededor de la iglesia, se elevan el Baptisterio (lugar externo donde se realizan los bautismos) y está enterrado el Papa Juan XXIII, el campanario y un museo. Un conjunto deslumbrante! Luego llegamos a una plaza llena de estatuas, donde se exponen al aire libre un conjunto de obras del Renacimiento; algunas copias, algunas verdaderas como la estatua del David de Miguel Ángel. Es imponente, más grande de lo que imaginábamos, y es de un realismo sorprendente.

El río Fiumo Arno cruza la ciudad y por supuesto, queríamos verlo…encontramos el Ponte Vecchio (puente viejo) que es el más famoso y une las dos orillas y fue construido en el siglo XIII. Tomamos unas lindas fotos del atardecer sobre el río. A la noche tratamos de cenar pero como se nos hizo tarde no encontramos ningún restaurante con la cocina abierta, cierran a las 11 de la noche… entonces terminamos en un lugarcito comiendo unas alitas de pollo y tortilla de papas que estaba muy bueno… cuando hay hambre…

Al día siguiente dejamos las mochilas en el hotel (maletero) y partimos para Lucca. Una ciudad medieval que todavía conserva 4 kms de muralla original y que es divina! Callecitas laberínticas, edificios coloridos, placitas con ferias de antigüedades y dos iglesias hermosísimas, con fachada de mármol blanco, rosa y pórfido verde, y columnas diferentes: algunas torneadas, otras esculpidas, muchas con acanaladuras multicolores. Extrañas y magníficas! Encontramos también la plaza del Anfiteatro que es una edificación medieval construida sobre los restos de un anfiteatro romano. Nos encantó!

De Lucca partimos para Pisa, queríamos ver la famosa torre sin mucha expectativa. Hicimos 25 kms en tren y desde la estación tomamos un bus hasta la torre, ya que quedaba lejos. Realmente nos encontramos con un conjunto arquitectónico sorprendente, rodeado de una muralla medieval. En primer plano el Baptisterio, atrás la Catedral de Pisa y sobresaliendo de una pared esta última pudimos ver parte de la Torre, es inmensa y está muy inclinada! Es rarísima! Todo el conjunto edilicio tiene fachada de mármol blanco y pórfido verde, la iglesia tiene unos hermosos mosaicos bizantinos sobre las 3 puertas de acceso. La entrada a la casa de dios salía 15 euros por lo que obviamente decidimos no entrar. Florencia tiene esas callejuelas hermosas y desiguales, varias placitas donde prosperan las ferias, los edificios son cuadrados y bajos (3/4 pisos), con ventanas importantes, uno no puede dejar de mirar para arriba…las construcciones de esta ciudad son lindísimas!

De Pisa regresamos directamente a Florencia, fuimos a buscar las mochilas al hotel y de vuelta a la estación de trenes para tomar el tren a Paris que salía a las 10 de la noche…

sábado, 18 de junio de 2011

Apuntes de venecia



El ciclo del agua. Como les conté en el post anterior, todo es carísimo. Una botella de agua de 1/2 litro en un kiosko cerca de plaza San Marcos sale 1,50 euros. El baño sale 1,50 euros. Es decir ud se toma una botella de agua de medio litro y en total la joda le sale 3 euros.

Nos encontramos con las hermanitas Pombo. En uno de los descansos a la sombra del Palazzo Ducale nos encontramos con las hermanitas Pombo que estaban comiendo un sándwich. Se ve tampoco les alcanza para comer en un restaurante.

En Venecia faltan. 1) Bancos donde sentarse. La gente se sienta en cualquier lado, no hay demasiados sitios donde descansar salvo las múltiples escaleras atestadas de turistas, algunos de los cuales mojan las patitas en el canal. 2)Tachos de basura. Hay bolsas de basura por todos lados y mugre en los canales. 3) Arboles. Es entendible que no los hayan plantado, pero realmente se extrañaban. Las plazas son secas.

Gaviotas Asesinas En la Plaza San Marco hay una avifauna variada: gaviotas, palomas y gorriones todos comen de la basura que es abundante en todos los vericuetos. Sentados en una de las escasas sombras que proyectan los majestuosos edificios, tuvimos la oportunidad de ver como una gaviota atacaba a un grupo de palomas y mataba y se comía a una de ellas. Jamás había imaginado ese tipo de ataque y me quede mirando como la gaviota apretaba con su pico a la pobre paloma, mientras un grupo de turistas intentaba ahuyentar a la gaviota para que soltara a la palomita. Incluyéndola en este grupo a Rita. Todo esto ocurrió a menos de 2 metros de donde estábamos sentados.

Los mercaderes de Venecia





Desde Palermo nos tomamos un vuelo low cost a Venecia que prometía durar 1h 40 min pero fue mas rápido. Ya cuando estábamos aterrizando, algo no estába bien, hay lanchas y barcos que navegan cerca de la pista… Bueno, es solo el principio de la ciudad de los canales. Es el sitio donde en lugar de una licencia de conducir te dan un carnet de timonel. Nos tomamos un colectivo y llegamos a Piazzale Roma, ahí hicimos la mejor inversión de todo el periplo veneciano, compramos un pase por 48 horas en los vaporetos (colectivo acuático). Tomamos el número 2 y a buscar el hotel. Llegamos en 5 minutos gracias a un mapa bastante bueno que tuvimos que comprar. Dejamos las mochilas y "a los putos canales".

La verdad es que es un sitio muy particular. Según leímos, la ciudad fue construida sobre 118 islas centrales que se hallan divididas en seis barrios o "sestieri" y la formación de esta ciudad comenzó hace unos 1.200 años (año 828 d.C) a cargo de un grupo de Bizantinos hasta convertirse en una potencia comercial alrededor del siglo XV. Nos imaginábamos que Venecia era chiquita pero es enorme, con palacetes, mega iglesias, construcciones espectaculares, a la orilla de los canales. Los que están a la orilla del Gran Canal son los más importantes y majestuosos, el resto no se queda atrás pero parecen ser menos lujosos aunque no por eso dejan de ser imponentes.

Llegamos a Plaza San Marcos y nos fuimos a visitar la Basílica de San Marcos (milagrosamente no te cobran). Dimos una vuelta por adentro y nos fuimos a caminar por la plaza. La cantidad de gente que había en la plaza era agobiante. Era increíble! Hacía mucho calor así que nos fuimos a una sombrita (cosa prácticamente imposible de encontrar). Caminamos un rato más y nos sentamos un rato a la orilla del Gran Canal a ver pasar todo tipo de embarcaciones, vaporetos atestados de gente, góndolas con turistas, taxis acuático, lanchas de transporte de mercaderías, lanchas que llevan escombros y materiales de construcción, lanchas de telecom y hasta algunos particulares que salen a pasear con su perro. Todo es muy raro pero muy interesante. Es casi imposible quitar la vista de los canales y entretenerse mirando los barcos como circulan.

En los dos días que estuvimos en Venecia anduvimos en vaporeto por todos los lugares posibles. Visitamos la isla de Murano famosa por los cristales y obras de arte elaboradas de vidrio (Rita quería comprar vasos aunque decidimos que no era muy conveniente ni barato). También visitamos a Lido, que es una isla con forma de franja estrecha que protege Venecia del mar abierto y en alguna época fue un famoso y exclusivo centro de veraneo de Italia. El lugar luce más nuevo que la parte histórica de Venecia, en 10 minutos llegamos a la playa, mucha gente tomando sol y en el agua, aunque las guías dicen que el agua está contaminada y es sucia, nos pareció un lugar bonito.

Venecia tiene infinitos canalcitos lindísimos y callecitas preciosas! También una actividad cultural importante, aunque no entramos a ver ninguna galería, iglesia o muestra que sea paga. La verdad es que todo nos pareció excesivamente caro. Las dos noches que estuvimos cenamos románticamente a la orilla de alguno de los canales. La primera fue pizza cono con cerveza en la escalera de uno de los puentecitos y la segunda fue pannini con cerveza en la entrada de uno de los tantos conventos que hay en la ciudad. No nos sentamos en ningún restaurant durante nuestra estadía en la ciudad de los canales. Muchísima gente hace lo mismo cerveza en el kiosco, pannini o focaccia y a cenar al canal.

Venecia es la ciudad más cara de toda Italia pagamos el hotel más caro del viaje y que por otro lado era el más feo, nos cobraron la conexión a internet, te cobran por ir al baño etc, etc. Hablamos con un veneciano y nos dijo que cuando él había nacido (tendría nuestra edad) vivían allí unas 120.000 personas, ahora solo viven 60.000. Es que el costo de vida es más caro que en el continente y menos práctico, las viviendas sufren deterioros con el agua tan cerca, la comida, el transporte, etc. Además, nos comento, no podes tener un auto, y las condiciones de vida son peores que en otros sitios de Italia. Concluyendo, Venecia es hermosa, rara, atrapante, nos encantó, pero los venecianos siguen teniendo los genes de los mercaderes y todo es un gran comercio.

miércoles, 15 de junio de 2011

Palermo: se busca cura casamentero

Palermo: se busca cura casamentero

El viaje en tren desde Taormina a Palermo (capital de la Isla de Sicilia) fue muy ameno, siempre la costa a la derecha, las vías van casi pegadas al mar. El tren casi vacío, perfecto!

Nos alojamos en un hotel cerca de la estación de trenes, cuyo aspecto no era muy lindo. Del hotel nos dijeron que no era peligroso, que era una zona popular. Nosotros vimos muchos inmigrantes tunecinos, senegaleses, hindúes, etc. A la noche salimos a dar una caminata, buscando un lugar donde cenar. Nos ubicamos bastante bien, ya que las calles principales eran bien derechitas. Caminamos hasta la marina, cientos de veleros y barquitos anclados, comimos algo en una especie de placita donde había un grupo de restaurantes juntos.

A la mañana siguiente nos alistamos, del hotel nos dieron un mapa y nos señalaron varios atractivos para visitar. Increíble la cantidad de monumentos, plazas, estatuas, iglesias! En cada cuadra había algo! Vimos diferntes tipos de edificación y mezcla de estilos, es que la historia de Palermo se remonta al tiempo de los fenicios, cartagineses, sarracenos, normandos, árabes y españoles, siendo famosos sus palacios renacentistas e iglesias barrocas.

Pero, si todo lo que habíamos visto durante la mañana nos gustó, cuando vimos la Catedral de Palermo, se nos cayeron los dientes! Una edificación de estilo normando, gigantesca, dorada por fuera, con cúpula y varios minaretes (torres que se elevan de distintas partes del techo). La verdad, nos impresiono (foto en el post anterior).

Asi como hay iglesias y monumentos por todos lados la ciudad es caótica. Prácticamente no hay semáforos. Transitan desde carouseles tirados por caballos, motos, autos etc. Se estaciona por donde se pueda y como se pueda. Hay algunos autos puestos a 45 grados del cordón de la vereda. Caminar es medio suicida pero sobrevivimos.

Luego decidimos visitar Monreale que está a 8 kms de Palermo, sobre una colina, donde nos habían recomendado visitar el Duomo (iglesia principal). También, una construcción monumental, no nos impacto tanto afuera, sino su interior: toda las paredes, altar, bóveda del techo, todo era un gran mosaico bizantino, con diferentes figuras cristianas y mucho dorado. Espectacular!

Mientras nos sentamos a mirar y admirar, vimos que estaba por comenzar un casamiento. Con anterioridad, habíamos visto estacionado afuera un Porsche (al cual le sacamos fotos), nos imaginamos que era de los novios. Decidimos descansar las patitas y esperar a la novia, lo mismo hicieron todos los turistas que pasaban por la iglesia.

Antes que se organizara la cosa, sentimos la marcha nupcial, la novia que entraba hecha un avión y nos dimos cuenta que el cura todavía no estaba. Todos nos desorientamos… Los novios llegaron al altar, se sacaron fotos, se sentaron y el "Padrecito" no aparecía. Recién, a los 20 minutos, y después de 3 timbrazos apareció el cura, tosiendo cual tuberculoso…y los casó! Bah… eso creemos porque nos fuimos a tomar una cervecita!

Próxima escala… Venecia!

martes, 14 de junio de 2011

Insert Coin




La mayoría de los que leen este blog conocen mi pensamiento sobre la iglesia católica pero quiero aprovechar para contarles algunas cosas que he visto en estos días de recorrida por las iglesias italianas. Para mi son todas una ostentación del poder que tiene la iglesia. Hoy miraba la Catedral de Palermo que tiene unos 800 años y me imaginaba a la gente que vivía en la época en que se construía (se inicio en el 1185 y se finalizó en el 1700) el temor y terror con que mirarían esas construcciones. Los obispos, curas y demás viviendo como reyes, rodeados de oro y la gente viviendo en condiciones muy precarias. Que pensarían... Los curas con el poder de decidir sobre la vida y la muerte de las personas a su antojo...
En la mayoría de las iglesias la entrada es libre pero hay algunas en las que te cobran 2 o 3 euros... obviamente que no entré a ninguna de las pagas. Rita se dio una vuelta saco algunas fotos y ya esta. La iglesia sigue recaudando, es poco pero bueno alguito sumará. No quiero ni imaginarme las otras formas de recaudación que tiene. Una cosa me llamó la atención son una "velitas" eléctricas para evitar que salga humo que se encienden al agregar un moneda (hay dos fotos de este tipo de maquinita tragamonedas) Lo unico que falta es un cartelito al salir de la iglesia que diga GAME OVER

lunes, 13 de junio de 2011

Taormina y el descanso al sol… La quemazón!!





Es un pueblo precioso, romántico, divino, nos encantó! Originalmente construido por los Griegos en el siglo 3 a.C., pasaron los romanos, los árabes, los sarracenos y todavía se conservan en la calle principal que es peatonal, un continuo de palacetes construidos entre los siglos XV y XIX.

La ciudad (11.000 habitantes) se dispone sobre el monte Tauro y en la costa del Mar Jónico. Está a unos 200 metros sobre el nivel del mar, por lo que las vistas son espectaculares de cualquier punto. Lo que mejor se conserva es un anfiteatro griego construido en el siglo II a.C. y que fue modificado por los romanos en el siglo III d.C. Este maravilloso lugar, es el escenario, cada año, del festival de cine de Taormina, que justamente fue este fin de semana que estuvimos, por lo que había mucha gente dando vueltas y espectáculos especiales. Las iglesias no se quedan atrás! Nos enamoramos de sus callecitas angostas, con escaleras y con balcones repletos de flores!

Las playas son bien lindas, escasa cosa, pedregosas, el agua cristalina, entonces decidimos aprovechar para descansar un poco de las sucesivas noches mal dormidas y largas caminatas. El dia de nuestra llegada, tipo 11 de la mañana ya estábamos en la playa, nos tiramos al sol y nos dormimos después de la noche de tren… Sin protector porque el sol de acá no es como el del sur… Error, nos re-quemamos y estamos de color bordó y mal quemados... una pinturita! Ja ja ja… hoy, después de 48 horas, ya estamos mejor. Nos pasamos dos días de caminata tranqui y cervezas (aca, birra) por el pueblito más playa. Ahora vamos rumbo a Palermo.

El tren Fantasma



Desde Nápoles (continente) sacamos un boleto en tren a Taormina (Sicilia), con la máquina automática, sin entender demasiado que decía y cuáles eran las condiciones. Cuando estaba por llegar el tren nos acercamos al binario (anden) de salida y preguntamos cuales eran los vagones y nos dicen que, con ese boleto, no teníamos asientos asegurados… Cara de sorpresa, pero bueno, decidimos postergar los nervios y ver si teníamos algún asiento donde pasar la noche… nos esperaban 8 horas en la locomotora (toda la noche).

Llego el tren y hablamos con el capotreno (guarda) y nos dijo que podíamos subir en el vagón 1 o el último. Subimos al último y venia completito, por lo que más cara de sorpresa y resignación, pero bueno, nos consolamos que alguien bajaría en el trayecto.

Los asientos están dispuestos en cabinas cerradas de 6 lugares, con puerta y una cortinas que lo aíslan del pasillo donde van sin asiento. Preguntamos en varias cabinas que no estaban completas, si había lugar, pero la gente decía esta todo ocupado… por lo que no insistimos demasiado. En el pasillo había unos banquitos desplegables donde nos acomodamos, en frente de una cabina en la que venían cuatro personas, pero que uno de los ocupantes aseguraba que estaba llena.

Arranco el tren y los supuestos ocupantes no llegaban por lo que pensé: "sino llegan en 5 minutos me siento y listo". Los ocupantes eran un Italiano mayor, un siciliano con cara de nada, una señora rumana y otro italiano con cara de hdp. El que lideraba la cabina era este último. Llegó el capotreno y pidió los boletos y nos dijo que ahí había dos lugares libres por lo que, a pesar de la cara de culo de los integrantes, nos sentamos en los asientos libres, uno en cada punta de la cabina. A mí me toco frente al hdp que había acomodado su asiento como para dormir plácidamente con las patitas estiradas sobre lo que ahora, era mi asiento. Por señas me explico que él no iba a modificar su asiento y que lo iba a dejar como para dormir toda la noche. El espacio es mínimo, por lo que su asiento ocupaba el lugar de mis piernas. Está bien, le dije pero lo primero que hice fue poner mi mochila en el pasillito por lo que tuvo que sacar sus piernas de mi lugar. Luego subí las mochilas sobre su cabeza, las deje como para que se le cayeran en el transcurso del viaje, no tuve suerte y no ocurrió… Me senté y le corrí sus piernas como para que molestara al resto de los ocupantes de la cabina y no a mí. Como la noche venia larga y no estaba muy cómodo como para dormir me propuse joderlo mientras yo estuviera despierto. Cosa que hice, le empuje las piernas, le pise los dedos, lo golpeaba disimuladamente cada vez que cruzaba las piernas etc etc. El tipo en ningún momento me dijo nada, porque sabía que el que estaba en falta era él.

Para que se den una idea el siciliando con cara da nada se sintió tan incómodo, que salió de la cabina y se fue a sentar a los banquitos del pasillo. Otro parte la sufría Rita con la Rumana que llevaba bolsos en el pasillo, se había sacado los zapatos y le ponía los pies sobre su asiento. El Italiano viejo se había enojado y la despertó un par de veces para que bajara las piernas.

El olor a tercer tiempo adentro de la cabina era insoportable (respiración, olor de patas, transpiración…hermoso!) por lo que abrí la puerta para que ventilara un poco. Asi fue hasta las 4 y media de la mañana, el cagador se bajó no sé dónde y pude estirar un poco las piernas y dormir un rato. Me desperté llegando al ferry donde cargan el tren para cruzar a la isla de Sicilia. Aquí empieza LOST.

Aprox a las 5 de la mañana comenzó la carga del tren entero al ferry y nos dejaron bajar al bar. Fuimos a tomar algo y a ver el paisaje. Pedimos un café con leche, un panini, una media luna y agua. El café con leche aquí en Italia, es mínimo, por que hay que pedir un capuchino, pero bueno, no lo sabíamos y era solo como para echarle algo a la panza. Sacamos unas fotos desde la cubierta y el ferry se acercaba a la costa. Rita se va al baño y demora como 10 minutos (el baño estaba a 5 metros) Yo empiezo a preocuparme porque no volvía, me fijo en el baño de damas, no había nadie por lo que bajo hasta el vagón donde habíamos dejado las mochilas grandes. No estaba ahí… subo nuevamente a la cubierta del ferry, no la encuentro. Miro en los baños no estaba, bajo al tren, no había llegado. Subí 4 veces y decidí abandonarla, me fui con las mochilas.

Habían empezado a mover los vagones por lo que las puerta estaban bloqueadas. Pensé: "en el ferry no se va a quedar. Subirá a un vagón y después la encontraré…" Mientras tanto ella había subido varias veces desde otros vagones a la cubierta por otras escaleras. Obviamente se perdió y no sabía cuál era el vagón. Razonó igual que yo y se subió al tren, suponiendo que yo estaba con las mochilas. Armaron el tren nuevamente y salimos hacia Messina (10 min) ahí el tren paro y me baje a recorrer el andén, ella iba por el tren tratando de buscar nuestro vagón. A esta altura todo el tren sabía que estábamos perdidos, los tanos se cagaban de risa. A mí me dijo uno…"tiene suerte de haber perdido a su mujer, no se preocupe…" Nos encontramos un rato mas tarde y nos reímos mucho. Ahora viene FIRE

El tren arranco y nos quedaba una hora hasta Taormina . Nos sentamos y charlamos un rato, empezamos a sentir olor a humo y la gente se paraba. Apretaron el botón de emergencia y nada, el tren seguía su marcha. Como 5 minutos después paró en el medio de la nada. Vino una capotreno miro un poco abrió las ventanillas para que se fuera el humo y seguimos viaje. Por fin llegamos a Tarmina…

Los trenes del primer mundo son un espectáculo, que bien se viaja…

sábado, 11 de junio de 2011

Nápoles, la milanesa napolitana, Pompeya y el Vesubio





Desde Roma nos tomamos un tren directo a Nápoles con la idea de visitar Pompeya y seguir viaje hacia Taormina en la isla de Sicilia. El tren en solo dos horas y pico nos dejo en Napoli Centraleen la famosa plaza Garibaldi. Buscamos el guarda equipajes, dejamos las mochilas grandes y mas livianos nos tomamos el tren circumvesuviano que te deja en la puerta de las ruinas de Pompeya. Le calculábamos como mucho dos horas de caminata nada mas. Error... la ciudad de Pompeya sepultada por las cenizas del volcán Vesubio en el año 79 d C es una de las ciudades romanas mejor conservadas y es enorme, algo así como 66 ha y en donde vivian 20.000 habitantes. Arrancamos tranqui sin mapa ni nada debemos haber caminado unas 2 horas y seguíamos viendo cosas sorprendentes, casas con piletas, hornos, tabernas, fabricas de jabones, esculturas en bronce, pisos con mayólicas, paredes pintadas, restos de una basílica, baños públicos con piletas frías y calientes, calles de piedra con las huellas de los carros romanos etc. Paramos por que no nos daban mas la patas y nos faltaba ver el anfiteatro del año 70 a C. (uno de los mejores conservados de toda Italia) a mi me dolía un poco la rodilla así que Rita se fue a buscar un mapa como para no caminar al pedo. Fuimos hasta el anfiteatro y de ahí empezamos a volver tranquilos.
Nos tomamos de vuelta el tren hasta Plaza Garibaldi con la idea de comer algo, eran como las 5 de la tarde y no habíamos almorzado. Buscamos la famosa milanesa napolitana pero o sorpresa no hay en todo napoles este preciado alimento. Por lo que nos comimos un sandwich de Kebab (Kepi)
Nos quedaban como 5 horas hasta que saliera nuestro tren asi que a seguir caminando. Leímos en la guía que en una iglesia estaba enterrado San Gennaro y que se conservaba ahí mismo una ampolla con sangre del santo, que curiosamente se licuaba 2 o 3 veces por año y que si esto no ocurría era una mala señal para los napolitanos. Alla fuimos en busca de la ampolla de sangre que no se parece en nada a las ampollas de los pies que nos están saliendo de tanto caminar. Estaban cerrando la capilla ubicada dentro la basílica de San Gennaro (Il Duomo) igual vimos las explicaciones en un gran plasma que esta ubicado a la entrada de la capilla. Dimos una vuelta por la basílica y de vuelta a Napoli Centrale. Esto se transformó en una arriesgada aventura por que Nápoles es caótica, el transito es terrible, las motos te pasan al lado muy rapido y nadie respeta los semáforos. Hay basura por todos lados y callecitas llenas de gente, ropa colgando de los balcones. Llegamos a la estación y nos quedamos haciendo tiempo hasta las 23 30 que pasaba el tren fantasma... Eso es motivo de otro post por que fue muy gracioso.

Mano a mano con la Curia







Dormimos hasta las 8 hs, baño, desayuno y tomamos el subte para el Vaticano. Yo, con ganas de ver el lugar físico del centro del catolicismo mundial, del que tanto me habían hablado en los 13 años pasados en un colegio religioso. Martín, no muy convencido, más bien, desorientado aceptó entrar.

Cuando entramos a la Plaza de San Pedro, la fila para entrar a la Basílica era más larga que las que se forman en Disney World, pero igual nos animamos y empezamos a hacerla. Por suerte, iba rápido, el ingreso fue gratuito (es lo único que no te cobran) previo paso por las máquinas detecta metales. A un paso de la maquina nos damos cuenta que llevábamos un cortaplumas en la mochila. Excusa perfecta para que el rebelde se quedara afuera pero no, a pesar de que hay un cartel que indica que están prohibidas el guardia suizo ni se inmutó (la cortaplumas era victorinox)

Por supuesto que es impresionante el edificio, la ornamentación interior nos pareció muy recargada, mezcla de estilos arquitectónicos que revelan distintos periodos históricos y artísticos sufridos por la misma estructura. Martin dice que hay ostentación. Yo digo que es arte.

Lo más importante que vimos en la Basílica, fue la escultura original de "La Piedad" de Miguel Angel, que estaba detrás de un vidrio para preservarla, porque ya había sufrido un ataque. Muy cerca, la tumba de Juan Pablo II. (recién llegado a la basílica)

Estuvimos unos 30 minutos y luego decidimos subir a la cúpula de San Pedro (mide 132,5 mts). Habia 2 opciones, ascensor por 7 euros y escalera por 5. Obviamente, escalera, somos argentinos! 4 euros alcanza para comer un panini ! Subimos hasta el techo de la Basílica, luego el camino ingresaba a la misma por lo que pudimos observar la cúpula interior y sus frescos de más cerca. Nosotros pensábamos que era el final de la subida pero no! Una escalera caracol, finita, nos condujo hasta el tope de la misma… increíble las vistas de toda Roma desde allí… y también increíble, el dolor de piernas que teníamos! No contamos los escalones pero nos dejó "de cama".Bajamos de la misma forma. Calculamos unos 1600 escalones y escaloncitos en total.

Como yo quería visitar la Capilla Sixtina, partimos para los Museos Vaticanos. La entrada, 15 euros y vale para todos. Es el complejo de museos más grande del mundo, imposible verlos ni en una semana. Estábamos decididos solo a ver la Sixtina pero antes pasamos por la Estancia de Rafael que realmente nos impresionó. Hay frescos en las paredes y en los techos abovedados que tienen aprox. 500 años y parecen que tienen "vida". Nos encantó!

La Capilla Sixtina también es impresionante… ostenta frescos en las paredes laterales de Boticcelli y otros importantes artistas del Renacimiento. Miguel Angel pintó el fresco del "Juicio Final" en la pared del altar, realmente magnífico y también las pinturas del cielorraso, son espectaculares de reales! No se apreciaba del todo porque la luz estaba muy tenue para no deteriorar los frescos y estaba prohibido sacar fotos y filmar.

Fue suficiente para nosotros, salimos de los Museos y almorzamos un panini en la calle y nos fuimos caminando al barrio de Trastevere (unas 2.000 metros), hermosísimo, con callecitas angostas, cientos de restaurantes y barcitos, realmente acogedor y de buen gusto. Tendales de los que le gustan a Rita por donde busques.

A esa altura, las patitas pedían descanso, tomamos un autobús que nos dejó en la estación central y de ahí, un subte hasta el hotel. Llegamos muertos, directamente para un baño y tomar unos mates.

Mañana, viaje a Nápoles, visita a las ruinas de Pompeya y continuación a Sicilia.