domingo, 19 de junio de 2011

El tren cama…






Llegamos con buen margen de tiempo a la estación ya que estábamos a pocas cuadras del hotel. Había unos cuantos trenes en los andenes, lindos tipo trenes de alta velocidad y otros no tan lindos. Esperábamos que nos tocara uno de los brillantes y aerodinámicos. No fue así, pusieron un cartel que estaba demorado 5 min y luego apareció uno verdecito y blanco, tranquilo.

Había mucha gente esperando de todas las nacionalidades, localizamos el vagón asignado (habíamos comprado cuchetas por lo que teníamos un lugar donde dormir si o si)

Subiendo al vagón tuve que hacer de maletero subí la valija de una escocesa que no podía con su carga y la de una señora musulmana para lo cual tuve que hacer mucha fuerza así que imagínense el tamaño y el peso de su bolso/valija. Arrancamos por el pasillo atrás de la escocesa y la musulmana lo cual fue una odisea ya que la musulmana no podía caminar por el pasillo con su bolso/valija gigante. Pensaba "que no me toque en la misma cabina" pero las leyes de Murphy siempre se cumplen. La musulmana (Amira) tenían la cucheta 34 y nosotros teníamos la 35 y 36. En la misma cabina nos esperaban una señora nigeriana con sus dos niños (3 años y 4 meses) y un señor de Bangladesh. Acomodamos las mochilas y bolsos incluso el de Amira, Rita se subió a la cucheta más alta yo me fui a lavar los dientes y a tratar de dormir…

La cabina tiene medidas mínimas es decir es mas onda campo de concentración que un cómodo coche cama. Cerramos la puerta y se empezó a caldear la cosa. Éramos 7 respirando en el mismo lugarcito así que el aire comenzó a faltar rápidamente, de todas formas nos dormimos. Unas 4 horas hasta que el tren se detuvo y apagaron el aire, ahí casi nos morimos. Se detuvo unas dos veces más y según Rita había mecánicos arreglando algo, yo ni me enteré. Seguimos así hasta las 7 y pico en que se detuvo una vez mas y nos levantamos. Tomamos un desayuno en el coche comedor y volvimos a intentar sentarnos. Acomodé la cucheta a la posición asiento y nos sentamos a charlar con Amira que es docente de marketing en una universidad de Sudan y vino a unas conferencias en Italia y Francia. Mientras charlo con Amira, Rita escribe, la señora nigeriana duerme con su bebe, el señor de Bangladesh está parado en el pasillo porque no tiene donde sentarse y nosotros escribimos este post. Nos enteramos que llegaremos dos horas tarde a Paris. En fin, otro hermoso viaje en otro tren del primer mundo…

4 comentarios:

  1. Hola Chicos!!!!
    Que viaje espectacular!
    Veo como lo están disfrutando
    Acá estamos siguiendo el blog y disfrutando con ustedes
    Les mandamos besos y abrazos

    Miguel, Silvana y Martín

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  2. Gracias chicos. La verdad es que la estamos pasando re bien. Ahora nos toca Paris. Hoy le dimos una vueltita pero mañana la encaramos con mas ganas. Después del viajecito en tren quedamos muertos

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  3. que lindo todo lo que cuentan.. la verdad que estan visitando lugares ESPECTACULARES!!!
    que tal París????
    y a España vienen??? CUENTEN!!!
    besos y a seguir caminando!!

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  4. Contado así parece una tortura ese viaje!!! Pobre Juan, viajando de Florencia a París en esas condiciones, jajajajj! El desayuno no fue grandioso? Mirando los pueblitos franceses.... no?

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