jueves, 20 de junio de 2013

LOS PUEBLITOS BLANCOS DE SANTORINI

Lo primero que vimos de Santorini cuando el ferry bajó la rampa, fue el acantilado a pocos metros! Imponente! Por suerte, estaban esperándonos del hotel que habíamos reservado. El trayecto hasta nuestro alojamiento en Firá, capital de la isla, fue de unos 20 minutos. Como llegamos de madrugada, tipo 1 y media, no vimos nada, solo grupos de luces que nos hizo pensar en caseríos dispersos.
Atardecer en Firá

Es que la isla de Santorini es pequeña, tiene forma de media luna, pero no siempre fue así… la isla tenía una forma circular antes de la erupción volcánica de 1450 a.C. que hizo desaparecer el centro de la misma y solo quedó emergido la zona del cráter (es una islita con el volcán activo todavía). La gran cantidad de lava sepultó varias partes de la isla y formó paredes de hasta 300 m de alto, por eso el relieve es rocoso y alto. Estuvo habitada por los minoicos desde 3.000 años a.C.; le siguieron los dorios que llegaron en el siglo VIII a.C. y luego los venecianos en el siglo XIII.
Firá está preparado para recibir al turismo. Es que Santorini es la isla más visitada de toda Grecia, y no es por su playas, sino por sus pueblos totalmente blancos que cuelgan de los acantilados, como escurriéndose hacia el mar muy azul… realmente muy bonito! El último terremoto que azotó a la isla fue en 1956, pero Firá fue reconstruida al estilo tradicional y hoy se pueden ver casas cúbicas que se mezclan con las famosas iglesias copuladas y todavía existentes viviendas trogloditas (excavadas en la roca) con techos abovedados, formando un conjunto de extrema belleza. Las terrazas que dan al mar, del lado de la caldera o cráter, están llenas de hoteles, bares y restaurantes y ofrecen vistas magníficas, principalmente en la puesta del sol.
Iglesia en Oia 

El primer día salimos a explorar el pueblo y ver el famoso volcán, llegamos hasta unas escaleras que con condujeron al puertito de Firá que está 270 m más abajo. Había dos cruceros inmensos fondeados. Con lanchas rápidas bajan a los pasajeros. En nuestro descenso por los casi 600 escalones, nos encontrábamos cada tanto, con grupos de mulas que suben desde el puerto a los cruceristas hasta lo alto del acantilado a conocer Firá. Las vistas son divinas! Para volver utilizamos el funicular, ni pensar de subir 600 escalones!
La isla está muy bien comunicada con un servicio de ómnibus que salen desde el centro. Nos habían recomendado conocer la playa de Kamari, del otro lado de la isla, así que tomamos el ómnibus y en 20 minutos llegamos. Alquilamos una sombrilla y nos instalamos por el resto de la tarde. Esta playa tiene olas fuertes, agua clara, media fría al entrar pero después es una delicia, ya que la temperatura exterior es bastante alta. La arena, mezclada con canto rodado, es negra. Nos quedamos como hasta las 6 de la tarde y luego volvimos a Firá en ómnibus y transbordamos en otro que nos llevó a Oia, un pueblito en el norte de Santorini, muy famoso por sus hoteles, buenos restaurantes, más chiquito y exclusivo que Firá (y más claro) y cuando se visita la isla, hay que ir sí o sí a ver la puesta del sol aquí. Así que llegamos a Oia como cientos de otros turistas a disfrutar del lugar y un atardecer mágico! No había lugar en todas las terrazas, la gente copaba todo, miles de fotos, el sol grandote y naranja y exactamente a las 8,40 de la tarde se escondió detrás de una isla y cuando desapareció todo el mundo aplaudió como diciendo "misión cumplida"! En Oia también se pueden ver las casitas blancas y las iglesias de cúpula azul. En toda la isla hay más de 250 iglesias, muy parecidas, cúpula azul y altos campanarios, ya que están presentes la Iglesia Católica y la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
Mousaka

Volvimos en ómnibus a Firá, nos bañamos y salimos a cenar "mousaka", comida típica griegra, que se prepara en un bol de cerámica, tiene papas, berenjenas, carne picada y salsa bechamel, todo bien condimentado, riquísimo! Los platos griegos son deliciosos, muy condimentados, anoche cenamos "estofado de vegetales" que consiste en un morrón y un tomate relleno con arroz bien condimentado, buenísimo! También pedimos un "estofado de cordero con papas" que tenía una salsita para chuparse los dedos! Todo acompañado por vino griego de la casa… por supuesto! En todos los rincones de la isla hay parras plantadas y vimos varias bodegas. Nos llamó la atención que los parrales no están elevados, no tienen ninguna estructura, son bajos y el tronco tiene forma circular. Las plantas están cargadas de uva que se apoyan directamente en el suelo.
El segundo día en Santorini fuimos al yacimiento arqueológico de "Akrotiri" donde se puede observar las ruinas de una antigua ciudad minoica que quedó sepultada con la erupción del año 1.450 a.C. Después de otra erupción, en el año 1866, arqueólogos franceses descubrieron aquí vasijas minoicas, pero recién en 1967 salió a la luz la ciudad completa maravillosamente conservada tras haber permanecido sepultada por aprox. 3.500 años bajo la ceniza volcánica. Todo el complejo, que está protegido con un techo moderno, incluye casas de hasta 3 pisos del siglo XVI a.C., grandes vasijas que usaban para conservar alimentos, molino, sistema de alcantarillado, plaza, etc. En varias construcciones se han encontrado frescos con colores perfectamente conservados que fueron trasladados al Museo Arqueológico de Firá y al de Atenas. No se han encontrado restos humanos ni de animales, lo que hace pensar a los investigadores que los habitantes escaparon antes de la gran erupción. Muy interesante!
Playa Roja

Como estaba cerca de Akrotiri, fuimos caminando (aprox 1 km) a una playa llamada "playa roja" que consiste en una pequeña bahía de aguas calmas y transparentes, que choca con un gran acantilado rojo. La arena también es negra y no hay mucha playa. Nos quedamos un poco porque era medio día, no había sombra, así que después de un baño, decidimos partir para otra playa más organizada. Para eso tomamos un nuevo ómnibus y bajamos en playa Perívolos, también de arena negra, mar bastante calmo, agua con una temperatura super agradable y aquí nos quedamos el resto del a tarde. Volvimos a Firá y luego de un baño, fuimos a ver el atardecer a pocos metros del hotel y caminar por las callecitas del pueblito. Todo muy lindo! El paisaje maravilloso!
Última mañana en Santorini hicimos algo muy importante que es tomar unos mates al lado de la pequeña piscina del hotel y a la sombrita. Temprano, el sol ya está super caliente. Ahora estamos viajando en un ferry rápido que salió de Santorini a las 13,30 y llegará al puerto de El Pireo, Atenas, a las 18 hs aprox. Atenas, la última escala de nuestro viaje….
Atardecer en Firá

1 comentario:

  1. Qué maravilla, cuando nosotras fuimos no tuvimos la oportunidad de conocer tanto porque bajamos del crucero y a las 3 o 4 horas debíamos regresar al barco. Ustedes han disfrutado mucho más.

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