martes, 4 de junio de 2013

ALEJANDRIA Y EL MUSEO EGIPCIO

El miércoles partimos muy temprano, 6 y media de la mañana, hacia Alejandría. Era imprescindible salir temprano para evitar el tránsito. Solo tomamos un café con leche sin nada con la esperanza de comer algo en algún momento.
Alejandría se ubica a 220 km al norte-oeste de El Cairo, sobre el Mar Mediterráneo y tiene una población cercana a los 20 millones de habitantes. Le debe su nombre a Alejandro Magno quien fue su fundador allá por el año 330 a.C. En aquellos tiempos Alejandría era una región muy fértil ya que ocupa el delta del Río Nilo y como punto estratégico en el borde del Mar Mediterráneo, se fue consolidando como centro económico y cultural.
Tardamos unas 2 horas y media en llegar y pudimos observar durante el camino la zona rural y las distintas actividades económicas que se desarrollan, por ejemplo, hay plantaciones de olivos, naranja, mango, vides y algunas industrias, como la petrolera, farmaceútica, tabacalera, etc.
Sarcófago a la entrada de las catacumbas

Alejandría contiene muchísimas ruinas romanas. El primer lugar que visitamos fueron las catacumbas de Kom-el Suggafs que datan del siglo I a.C. y se trata de la necrópolis romana más grande en Egipto con tumbas a gran profundidad, unos 10/12 metros. Fueron halladas en 1900 por casualidad, cuando un burro se cayó en un pozo y así se encontró el primer sepulcro. El interior es amplio,  está decorado con motivos egipcios y romanos y consta de 3 niveles. El acceso es a través de una escalera circular descendente con luz natural que conduce a una cámara principal que contenían tres tumbas y alrededor de éstas vimos había pasadizos que conducían a habitaciones rectangulares con cientos de tumbas, ahora vacías, realizadas en el basamento. Nos encantó el lugar! En el patio exterior, a la intemperie, también pudimos observar columnas de granito caídas y sarcófagos de piedra.
Otro de los lugares que visitamos fue la columna de Pompeyo que mide 30 m y está construida  completamente en granito rojo. Perteneció al Templo del dios egipcio Serapio, pero en la actualidad solo quedan ruinas como galerías subterráneas, un santuario, algunas criptas y nichos, y lo que fue la piscina. Cerca de la columna perduran dos esfinges de granito en bastante buen estado.
Columna de Pompeyo atrás!

En Alejandría existió el primer faro que se tiene conocimiento construido por los Ptolomeos en el siglo III a.C. y que fue considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. Este faro no existe más porque fue destruido por los terremotos de 1303 y 1323 y una parte de los restos de esta construcción hoy están bajo el mar y la otra parte fue utilizada por el sultán Quaibay en 1480 para construir una fortaleza de piedra impresionante en el mismo lugar donde había estado el faro. Pudimos visitarla y nos gustó mucho.
La última parada fue la nueva biblioteca de Alejandría. La antigua fue creada en el siglo III a.C. y llegó a tener unos 900.000 manuscritos. Se cree que la misma fue destruida por un incendio en el siglo IV. El nuevo edificio fue inaugurado en el año 2002 con la ayuda de la Unesco. Nos encantó el predio…es inmenso! Muy moderno, el techo está inclinado, es vidriado y sostenido por una estructura de concreto. En la fachada principal hay un panel con todos los símbolos de todos los idiomas del mundo. En este momento la biblioteca cuenta con 1 millón y medio de volúmenes pero tienen capacidad para 8 millones. La guía del lugar nos explicaba que no solo es una biblioteca de consulta, sino que es un espacio cultural con varios museos, cuentan al momento con unos 200.000 libros digitalizados, organizan eventos culturales, etc. Este lugar era para quedarse más tiempo!
Frente a la Biblioteca de Alejandrìa

Emprendimos el regreso, nosotros sin comer nada aún, entonces paramos en una estación de servicio, compramos unos sandwichs y agua y nos mejoró el humor, por supuesto! Llegamos al hotel como a las 6 de la tarde gracias al tránsito (4 horas de viaje!!!), muy cansados, ducha y de nuevo a la calle a cenar.
Hoy nos despertamos tipo 9, desayunamos, hicimos el check out en el hotel y nos fuimos al Museo Egipcio. Qué hermoso edificio… imponente! Se empezó a construir en 1897 por un arquitecto francés, es de estilo neoclásico, de color rosa exterior (y no es la Casa Rosada), fue inaugurado en 1902 y contiene la colección más grande de piezas egipcias en el mundo, más 130.000 objetos. Se dispone en dos plantas. En la planta baja hay un sector que caracteriza al antiguo imperio, al imperio medio y al nuevo imperio egipcio y muestra los cambios en la confección de los sarcófagos, clases de tumbas, pinturas en las mismas, estatuas, etc. También hay un colosso del rey Amenothep y su esposa que son realmente magníficos e impresionan por su altura y monumentalidad. Hay un ala solo de sarcófagos, realizados de piedra, calcáreo, madera, alabastro, etc.
En la planta alta se puede visitar el tesoro del rey Tutankamon, que murió cuando tenía 19 años. En una sala especial se puede observar los 3 sarcófagos que contuvieron el cuerpo. El primero realizado completamente en oro y los otros dos, construidos de madera y pintado con láminas de oro. Su máscara funeraria se exhibe en el medio de la habitación y es posible mirarla a los ojos… Impactante! La tumba de Tutankamon fue encontrada en el Valle de los Reyes, en Luxor, en1922. Es una tumba inmensa, con tres antecámaras que rodeaban a la cámara mortuoria llenas de objetos pertenecientes al rey y otros objetos para su vida en la eternidad. Lamentablemente, en la revuelta del año 2011, de las personas que protestaban en la plaza Tahir, muy cerca del museo, lograron entrar al mismo y algunos objetos de los tesoros de esta tumba fueron robados.
Museo de El Cairo

También en el segundo piso hay una cantidad increíble de sarcófagos, momias, muebles, estatuas, obeliscos y pirámides de piedra… mil cosas! Estuvimos más de 4 horas y no vimos todo. Nos dio la sensación que hay muchos objetos juntos y amontonados, sobre todos de pequeña dimensión (estatuillas, collares, artesanías, etc)  y definitivamente falta cartelería con información en todo el museo. De todas maneras, es un lugar imponente, y creemos que este museo y las Pirámides de Gizah son lo que más vale la pena ver en El Cairo.
Volvimos al hotel a buscar nuestras mochilas y nos tomamos un taxi hasta la la estación de tren Gizah ya que teníamos que tomar el tren-cama a Aswan, ciudad que está casi a 900 km al sur de El Cairo. En la estación esperamos como una  hora, muchísima gente local, pocos turistas, la mayoría japoneses o chinos, no los podemos distinguir. Pasaban varios trenes, y cuando el primero paró, la gente que quería subir atropelló a la gente que quería bajar y todos se empujaban para poder entrar, algunos entraron por la ventana….todos mirando espantados…

Nuestro tren estuvo bastante bien, camarote para 2 personas, con un pequeño lavabo, con jabón y toallas, aire acondicionado, dos buenas camas. La cena estaba incluida y fue 11 puntos. Este viaje es de 12 horas hasta Aswan, llegamos mañana a la mañana y embarcaremos en un crucero o motonave para navegar 3 días por el Nilo…
Subidos al tren con destino: Aswan
Nuestro guía Mohamed, muchas gracias!

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