sábado, 2 de julio de 2011

La Alhambra, maravilla de Granada a 40 grados centígrados!





El viaje resultó mejor que lo que esperábamos, ya que si bien, habíamos comprado el boleto más barato donde se viaja sentado, este tren resultó ser más cómodo que el Don Orto y ni les cuento, mejor que el avión (hay un espacio aceptable entre las butacas y no corremos riesgo de fracturarnos alguna rodilla al intentar movernos). Los asientos se disponen como un autobús (aquí no hay "mini-guetos" de 6 personas) así que apenas nos sentamos, inflamos nuestras almohaditas para no morir descogotados, y nos dijimos: buenas noches! Después de 7 horas y media nos bajamos en la estación de Granada vivos y bien dormidos. Llegamos al hotel, nos bañamos y nos tomamos el minibús que nos llevaría a la Alhambra.

Creo que es imposible describir la belleza de la Alhambra… y las fotos que habíamos visto y que todos conocemos, no le hacen justicia para nada. Vamos a tratar de transmitirles un poco de lo que aprendimos y nuestras emociones. La Alhambra es un complejo de varios edificios, una fortaleza, que se levantó bajo el reinado de tres sultanes de la dinastía árabe nazarí de Granada. Desde antes del 1200 y hasta el 1391, al construir la Alhambra, ellos hicieron realidad la idea del paraíso en la tierra, y utilizando materiales como azulejos, yeso, mármol, ladrillo y piedra, crearon una obra de arte magistral que perdura hasta nuestros días. Se halla emplazada en la cima de una colina, así que es posible verla desde todos los puntos de la ciudad.

Como el número de visitantes está limitado por día y no queríamos quedar afuera, compramos las entradas, en Valencia, con anticipación a través de un cajero automático. Teníamos el turno de visita a la tarde, de 14 a 20 hs. Primero entramos a la los Palacios Nazaríes (teníamos el ingreso a las 14 hs) que se trata de un conjunto de tres palacios que fueron los que ocuparon los mencionados sultanes en un lapso de 300 años, hasta 1492 año que los famosos y conocidos Reyes Católicos (Fernando e Isabel) recuperaron Granada para la corona española y se instalaron en la Alhambra.

Los Palacios Nazaríes son una verdadera maravilla: cada palacio está emplazado alrededor de un patio interior, adornado diferente y están conectados entre sí. Estos edificios fueron construidos con madera, ladrillo y adobes y ostentan en paredes, columnas y cielorrasos una decoración ornamental de estuco o yeso con figuras que se repiten rítmicamente, de gran belleza. Se destacan las inscripciones árabes con poemas a los gobernantes (sultanes), al agua y a la naturaleza, y muchas frases extraídas del Corán. Luego visitamos el Palacio de Carlos V que es un predio renacentista que se emplaza pegado a los Palacios Nazaríes, donde vivió el mencionado rey. Es raro porque se trata de una estructura cuadrada con un patio circular donde se hacían corridas de toros. En la actualidad, en este edificio funcionan un museo de artes y un museo de la Alhambra. El patio es habitualmente utilizado para conciertes de música clásica por la excelente acústica que tiene.

Queridos seguidores, hacemos un break en el relato (esto no ha terminado) para decirles que hacía mucho calor y casi morimos! Estar dentro de los edificios o bajo la sombra de un árbol era soportable, pero en los patios y jardines, se nos hacía difícil respirar. Calor pegajoso, estábamos mojados, colorados, parecíamos peces fuera del agua boqueando, menos mal que cada 10 metros hay un bebedero con agua fresquita.

A continuación visitamos un lugar llamado "La Alcazaba" (que no es donde nació Simón de Alcazaba y Sotomayor) que es la parte más antigua de la fortaleza que ostenta una gran torre con una campana y donde se puede obtener una vista impresionante de toda la ciudad de Granada. En la alcazaba vivían en casas modestas, los ejércitos de los sultanes con sus familias. Hoy quedan ruinas de las casas donde moraron alguna vez.

Ya nos quedaba la última parte del recorrido, los llamados "jardines del Generalife". Qué belleza! El Corán describe el paraíso como…"un jardín sombreado y frondoso, refrescado por agua corriente, donde los afortunados reposan bajo enormes doseles…" Realmente, caminamos por diferentes senderos a través de los cuales se sucedían más jardines con espejos de agua, con flores, con árboles, con ruinas de otros palacios hasta que llegamos a la zona donde funcionaba la huerta que mantenía la fortaleza en otros tiempos. Cerquita de la Alhambra pasa el Río Darro, del cual los árabes tomaban el agua para regar y para el uso de la fortaleza. En la última parte conocimos "el Generalife" (palabra árabe que quiere decir "jardines del arquitecto") que fue el palacio de verano de los sultanes y pasamos por varios patios con plantas y piletas de agua.

Después de 5 horas de caminata por la Alhambra y de disfrutar este maravilloso lugar, agotados por el calor y con los pies y tobillos hinchados… volvimos al hotel, nos bañamos y ya de noche, tomamos un bus para llegar al mirador de San Nicolás, que es un lugar elevado donde se puede ver toda Granada y la Alhambra iluminada… sin palabras! Luego fuimos a cenar y a caminar por el centro, que poco habíamos visto. Mañana nos espera Laroles…

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