sábado, 11 de junio de 2011

Mano a mano con la Curia







Dormimos hasta las 8 hs, baño, desayuno y tomamos el subte para el Vaticano. Yo, con ganas de ver el lugar físico del centro del catolicismo mundial, del que tanto me habían hablado en los 13 años pasados en un colegio religioso. Martín, no muy convencido, más bien, desorientado aceptó entrar.

Cuando entramos a la Plaza de San Pedro, la fila para entrar a la Basílica era más larga que las que se forman en Disney World, pero igual nos animamos y empezamos a hacerla. Por suerte, iba rápido, el ingreso fue gratuito (es lo único que no te cobran) previo paso por las máquinas detecta metales. A un paso de la maquina nos damos cuenta que llevábamos un cortaplumas en la mochila. Excusa perfecta para que el rebelde se quedara afuera pero no, a pesar de que hay un cartel que indica que están prohibidas el guardia suizo ni se inmutó (la cortaplumas era victorinox)

Por supuesto que es impresionante el edificio, la ornamentación interior nos pareció muy recargada, mezcla de estilos arquitectónicos que revelan distintos periodos históricos y artísticos sufridos por la misma estructura. Martin dice que hay ostentación. Yo digo que es arte.

Lo más importante que vimos en la Basílica, fue la escultura original de "La Piedad" de Miguel Angel, que estaba detrás de un vidrio para preservarla, porque ya había sufrido un ataque. Muy cerca, la tumba de Juan Pablo II. (recién llegado a la basílica)

Estuvimos unos 30 minutos y luego decidimos subir a la cúpula de San Pedro (mide 132,5 mts). Habia 2 opciones, ascensor por 7 euros y escalera por 5. Obviamente, escalera, somos argentinos! 4 euros alcanza para comer un panini ! Subimos hasta el techo de la Basílica, luego el camino ingresaba a la misma por lo que pudimos observar la cúpula interior y sus frescos de más cerca. Nosotros pensábamos que era el final de la subida pero no! Una escalera caracol, finita, nos condujo hasta el tope de la misma… increíble las vistas de toda Roma desde allí… y también increíble, el dolor de piernas que teníamos! No contamos los escalones pero nos dejó "de cama".Bajamos de la misma forma. Calculamos unos 1600 escalones y escaloncitos en total.

Como yo quería visitar la Capilla Sixtina, partimos para los Museos Vaticanos. La entrada, 15 euros y vale para todos. Es el complejo de museos más grande del mundo, imposible verlos ni en una semana. Estábamos decididos solo a ver la Sixtina pero antes pasamos por la Estancia de Rafael que realmente nos impresionó. Hay frescos en las paredes y en los techos abovedados que tienen aprox. 500 años y parecen que tienen "vida". Nos encantó!

La Capilla Sixtina también es impresionante… ostenta frescos en las paredes laterales de Boticcelli y otros importantes artistas del Renacimiento. Miguel Angel pintó el fresco del "Juicio Final" en la pared del altar, realmente magnífico y también las pinturas del cielorraso, son espectaculares de reales! No se apreciaba del todo porque la luz estaba muy tenue para no deteriorar los frescos y estaba prohibido sacar fotos y filmar.

Fue suficiente para nosotros, salimos de los Museos y almorzamos un panini en la calle y nos fuimos caminando al barrio de Trastevere (unas 2.000 metros), hermosísimo, con callecitas angostas, cientos de restaurantes y barcitos, realmente acogedor y de buen gusto. Tendales de los que le gustan a Rita por donde busques.

A esa altura, las patitas pedían descanso, tomamos un autobús que nos dejó en la estación central y de ahí, un subte hasta el hotel. Llegamos muertos, directamente para un baño y tomar unos mates.

Mañana, viaje a Nápoles, visita a las ruinas de Pompeya y continuación a Sicilia.

2 comentarios:

  1. Don Benedicto da audiencia los miercoles... Llegamos un jueves asi que estaba jugando al golf...

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