El vuelo de Ryanair salió puntualmente y aterrizó 1h 55 minutos después en el aeropuerto de Reus, a 120 km de Barcelona. En el control de ingreso, los españoles, sí que nos pidieron ver la reserva de hoteles. No teníamos nada impreso así que ofrecimos mostrar la reserva que teníamos en la compu pero el de migraciones dijo: está bien, sigan… también nos preguntaron qué cantidad de días estaríamos en su país y les mostramos el pasaje de salida hacia la Argentina. Control riguroso con todos los Sudamericanos, cosa que no existió ni en el ingreso a Italia, ni Francia y ni siquiera, en Inglaterra. El único lugar en donde nos preguntaron algo fue allí.
Nos tomamos un colectivo desde Reus a Barcelona y de allí un subte al B&B Mireia. Nos atendió su dueña que estaba durmiendo y nos mostró donde preparar el desayuno y demás. EL B&B es su depto en donde alquila una habitación a turistas para paliar un poco la crisis española. Estaba perfecto, una habitación con baño privado y muy bien ubicada, a metros del subte. No fuimos a la casa de mi hermano Walter porque es una mini casa y no queríamos molestar. Cenamos algo y a la cama.
Al día siguiente nos levantamos tarde y nos tomamos el metro hasta la casa de mi hermano que vive cruzando toda Barcelona, en Santa Coloma de Gramenet, pero el metro nuevo te deja a pocos metros de su casa. La nueva línea de metro es impresionante, cruza Barcelona de una punta a la otra y los trenes nuevos no tienen conductor, otra vez las máquinas. Fuimos a la casa de Remedios y José que son los suegros de mi hermano y nos invitaron a almorzar, la pasamos muy bien junto con mi hermano Walter, su esposa Nancy y unos vecinos que se sumaron al almuerzo. Nos quedamos toda la tarde charlando y aprovechamos para descansar. A la tardecita nos dimos una vuelta por la zona de Las Ramblas y cenamos unas empanadas en un bar argentino. A la noche había varios grupos de música tocando en la zona y mucha gente dando vueltas.
A la mañana siguiente fuimos a visitar el Templo de la Sagrada Familia, obra inconclusa del famoso arquitecto catalán Antonio Gaudí. La iglesia se empezó a construir en 1883 y Gaudí murió en un accidente en el año 1926 sin ver terminada su obra magistral, y aunque los trabajos para su finalización nunca pararon, se prevé que el templo, tal cual lo planeó el propio Gaudí, estará finalizado alrededor del año 2050. Recién en el año 2010 se inauguró el interior. El edificio en si tiene un tamaño impresionante! Salimos del subte y ahí estaba, adelante de nuestros ojos, gigante! En la actualidad tiene 8 agujas (torres) que sobrepasan los 100 metros de altura, y cuando esté terminada, La Sagrada Familia tendrá 17 agujas, una de ellas de 180 metros de alto. El templo es el edificio religioso menos convencional que hemos visto, tiene 3 fachadas y por ende, 3 entradas, 2 de ellas terminadas. Se trabaja en la tercera. También visitamos el Museo de Gaudí que se halla en una parte del subsuelo de la iglesia, donde pudimos leer algunas cosas de la vida del mismo y cómo fue y es el proceso de construcción del edificio. Luego subimos a una de las torres, en ascensor, y bajamos por escaleras caracol. Realmente nos maravilló! Muchos de sus diseños están inspirados en las formas de la naturaleza, por eso, el templo en su interior se asemeja a un bosque, y es llamativo el trabajo que tienen las columnas que parecen troncos de árboles. Es difícil de describir con palabras (busquen fotos).
Desde la Sagrada Familia nos fuimos a Park Guel, que es un parque también diseñado por Gaudí por encargo de un rico empresario de apellido Guel en los años 1880, para desarrollar una urbanización (iba a ser una especie de country). La obra quedó inconclusa por falta de presupuesto pero se llegó a construir el cerco perimetral, una plaza con un banco circular revestido de mosaicos, que es el más largo del mundo, una escalera con figuras recubiertas por mosaicos, la casa del portero y otra que servía para guardar los elementos de mantenimiento. También se construyeron los viaductos y solo dos casas, en una de ellas vivió Gaudí hasta su muerte. El lugar es muy lindo y agradable para pasear un rato. Hacía mucho calor así que dimos una vuelta, visitamos la casa museo de Gaudí donde hay muebles diseñados por él para distintas casas que tienen un diseño muy particular, siempre relacionado con la naturaleza. Desde ahí volvimos al hotel ya que habíamos quedado en juntarnos con Walter y Nancy, no nos pudimos comunicar así que quedó para otro día.
El lunes arrancamos tranqui nos fuimos a ver otras obras de Gaudí como la casa Vicens, la casa La Pedrera, la casa Batlo y el Palau Guel (palacio donde vivió el Sr. Guel). Como hacía mucho calor dimos una vuelta por la zona de la ciudad vieja llamada "barrio gótico", por el Mercado "La Boquería" y nos fuimos un rato a la costa a disfrutar de la playa. Nos metimos al agua que estaba muy agradable y nos quedamos al sol un rato, obviamente que con protector solar y precaución. Afilamos el ojo para ver si había alguien "desnudo" pero solo vimos algunas chicas y no tan chicas haciendo "topless". La playa nudista no estaba en ese lugar. A la noche nos fuimos de tapas con Walter y Nancy que son unos expertos en estas cuestiones. La pasamos muy bien.
El último día en Barcelona fue tranquilo, visitamos Plaza España donde hay un nuevo centro comercial construido sobre una plaza de toros. De compras nada, pero llegamos al último piso para sacar unas buenas fotos panorámicas (usando escalera mecánica). Luego subimos caminando a la zona de Montjuic, que es un enorme centro de recreación que tiene Barcelona, con museos, jardín botánico, áreas deportivas, etc. muy lindo! Nos dimos una vuelta por Las Ramblas y luego a buscar las mochilas ya que nos esperaba un viaje en tren de unas 3 horas con destino a Valencia.
Qué podemos decir de Barcelona… es una ciudad que lo tiene todo: edificios históricos y modernos, una hermosísima marina, una playa lindísima, las calles y plazas relucen sin mugre, el subte es el mejor que hemos visto en este viaje (hasta ahora) y las estaciones son impecables, no existen los cables aéreos, muchísimas escaleras mecánicas en la vía pública para ayudar en las subidas a las personas mayores y también, a los turistas cansados como nosotros que las usamos a !todas! Ahora bien, hablar en castellano no escuchamos a muchos, todo el mundo habla en catalán y no se les entiende nada!
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